Un conjunto muy interesante es el formado por los edificios
12, 13, 10,74 y 11. Su aspecto es armónico y la distribución
de los espacios y accesos permiten suponer que se utilizaba
como un palacio, similar en concepto a los palacios de
Palenque y Tikal, donde también se observa patios alternados
y rodeados por crujías.
Además conviene destacar que sobre la fachada principal del
Edificio 12 se abren siete puertas, y una más sobre las
fachadas laterales. El registro que se conserva en sus
dinteles relata la secuencia de gobernantes del lugar, ésta
comienza con el ascenso al poder de Jaguar-Progenitor en el
año 360.
La tercera sección de la Gran Plaza está limitada al Oeste
por un basamento bajo aún sin explorar, llamado Edificio 8,
y al norte, por los edificios 7, 6 y 5. De los que sólo se
han explorado los dos primeros. Ambos corresponden a las
fases tempranas del sitio; excavaciones realizadas en 1980
demostraron que el Edificio 7 aloja una subestructura con
modificaciones importantes.
Edificio 6
También es llamado el Templo Rojo de la Ribera por el
colorido de sus estucos. Esta edificación aún conserva el
primer cuerpo de su crestería calada. En este edificio, al
igual que en los 33 y 25, se localizó una gran cantidad de
cerámicas lacandonas así como tablas de rezo. En efecto,
siglos después del abandono de Yaxchilán, diversos grupos de
lacandones solían visitar el lugar para realizar ceremonias
propiciatorias en honor de sus dioses.
Hacia el límite sur de la Gran Plaza, comienza una sucesión
de plataformas que alojan diversos grupos de edificios;
destaca el 21 por su estela y la decoración en estuco que
cubría el muro posterior del edificio.
En los estucos aparecen cuatro mujeres y un hombre sentados sobre una banqueta, ésta se ve rematada en sus costados por grandes cabezas de serpiente, de cuyas fauces emerge la figura de un Tláloc. Quizás se trate de la Dama Ik-Cráneo, quien ocupa el lugar central y además se le representa en la estela. En ésta se conmemora un importante rito de derramamiento de sangre, el cual era efectuado por gobernantes y sacerdotes punzándose la lengua, en el caso de las mujeres; y el pene, en el de los hombres.
Edificio 22
Aunque ya no conserva nada de la bóveda, cuenta con una magnífica serie de dinteles equiparables a los del Edificio 12, donde también se narra la secuencia dinástica de Yaxchilán. Este edificio pudo haber sido construido durante el gobierno de Pájaro Jaguar IV, quien además incluyó dinteles antiguos para completar la secuencia.
Edificio 23
Alojaba cuatro importantes dinteles –del 23 al 26. El primero se localiza sobre uno de los accesos laterales; los dos siguientes fueron trasladados por Alfred P. Maudslay al Museo Británico; el cuarto se encuentra en la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México. En ellos se representa a Escudo-Jaguar I y a su esposa, Dama Puño-Pez, celebrando un importante rito de derramamiento de sangre vinculado, tal vez, con su ascenso al poder. Entre los edificios 21 y 22 se abre una escalera monumental que accede a los edificios 25, 26 y 33.
Con éste último, construido por Pájaro-Jaguar IV, culmina la escalinata.
Uno de los aspectos sobresalientes del edificio, además de sus magníficos dinteles, lo representa la escultura decapitada de Pájaro-Jaguar IV, que se aloja en su interior, ya que alrededor de él los lacandones desarrollaron un mito. Para ellos, es el rey Ach-Bilam Ahau Balam, cuya cabeza, al momento de regresar a su posición original, ocasionará un cataclismo debido al descenso de los tigres celestes, llamados Kon, que devoraran todo ser viviente; el mundo, entonces, sera devastado.
Sobre la porción más elevada del sitio y desde donde se domina en todo su esplendor la espesura de la selva, se yerguen majestuosos los edificios 39, 40 y 41. El 40 aún conserva parte de su crestería y restos de murales que decoraban el interior. Según la Estela 11, este edificio fue construido por Pájaro-Jaguar IV.
En las estelas y escalones labrados del Edificio 41 se narran algunas de las hazañas de su constructor,
Escudo-Jaguar I.
El último grupo de estructuras que conforman el sitio lo ocupa el conjunto denominado Acrópolis Oeste. De éste destacan los edificios 42 y 44 por las inscripciones de sus dinteles y escalones.
Edificio 42
Su fachada mira hacia el Edificio 33; sólo conserva el dintel central donde se observa a Pájaro-Jaguar IV, con su cetro, quien dialoga con uno de sus guerreros. Respecto a los otros dinteles, uno fue sustraído por Maudslay en 1882 y el otro se encuentra en el Museo Nacional de Antropología. El Edificio 44, construido por Escudo-Jaguar I, conmemora sus batallas más importantes.
Edificio 48
Es similar al Edificio 17, tanto en forma como en función, pues corresponde también a un baño de vapor.
En términos generales, este conjunto funcionaba con base en dos plazas claramente jerarquizadas, alrededor de las cuales se distribuían los edificios. Su acceso, en ambos casos, resulta sumamente restringido, hecho que permite suponer la celebración de ciertos ritos donde sólo participaba un selecto grupo, encabezado por el gobernante y secundado por la nobleza.